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Vida Natural |
El sedentarismo es la carencia de
actividad física de moderada a intensa como la que se realiza en los
deportes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
hacer menos de 30 minutos tres veces a la semana nos clasifica como sedentarios
y es esta una de las principales causas de enfermedades crónicas; especialmente
cardíacas y metabólicas como la hipertensión, la obesidad y
la diabetes.
La obesidad, según la OMS, es
una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que pone
en riesgo la vida de una persona, por lo que realizar ejercicio diario durante
una hora forma parte del tratamiento integral para controlar el peso y mantener
los pesos alcanzados.
Son múltiples los beneficios para la
salud que el ejercicio provee: previene el incremento de grasa corporal, evita
la pérdida de fuerza ósea y de masa muscular por lo que reduce el riesgo de
fracturas, reduce fatiga y estrés, ayuda a mantener niveles óptimos de
colesterol y triglicéridos, brinda sensación de bienestar y felicidad al
liberarse endorfinas (hormonas de la felicidad) durante una sesión de
ejercicio.
La OMS también afirma en su apartado
de “Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas”
que los alimentos que consume la gente, en toda su variedad cultural, definen
en gran medida la salud, el crecimiento y el desarrollo de las personas. Los
comportamientos de riesgo, como el consumo de tabaco y la inactividad física,
modifican el resultado para bien o para mal.
Diez mandamientos que la ley natural proporciona al hombre para mantener un equilibrio en nuestro organismo de acuerdo al Dr. Manuel Lezaeta Acharán son los siguientes:
1. "El aire puro es el primer alimento del hombre y el primer
medicamento", así lo decía Hipócrates. Debemos aprender a respirar, y para
esto es importante desarrollar una gimnasia respiratoria,
practicándola por las mañanas al aire libre, haciendo respiraciones profundas
durante varios minutos con la boca cerrada y varias veces durante el día.
2. Respirar siempre aire puro.
La alimentación a
base de frutas, verduras, y semillas evitan las enfermedades, permitiendo
que la sangre se
libere de toxinas, irrigue mejor nuestros órganos internos y regenere las células nerviosas.
Las vitaminas y minerales que
se concentran en las frutas dan vigor y ayudan a restablecer un organismo
enfermo.
3. Comer exclusivamente productos naturales.
Ser sobrio es comer solo lo necesario, en cantidad y tiempo adecuado,
masticando muy bien los alimentos para no recargar a nuestro sistema digestivo
y comiendo con alegría y sin prisas. Una sabia frase dice así: "Desayuna
como rey, come como príncipe y cena como mendigo". El alimento que nos
proporciona la energía para empezar el día es el desayuno, la comida nos
permite reparar nuestras fuerzas, pero la cena es el preámbulo al descanso del
organismo. Por este motivo deberá ser ligera y a base de frutas o infusiones de
hierbas para fortalecer el sistema nervioso y digestivo.
Es recomendable practicar el ayuno cuando menos una vez al mes. El ayuno
puede ser absoluto, esto es sin ingerir ninguna clase de
alimentos, solo agua; o mixto, consumiendo solamente frutas. Podemos empezar
con esta práctica, con un semiayuno el cual consiste en comer durante una
semana o quincena solo un tipo de fruta, pueden ser uvas, manzanas, naranjas,
piña, etc. Cuando se desee terminar con el ayuno, es importante restablecer la
alimentación en forma normal, consumiendo caldos de verduras y ensaladas
durante una semana y poco a poco ir introduciendo lácteos,
harinas y grasas.
4. Ser sobrios constantemente.
El agua, en conjunto con el aire, el sol y la tierra,
son los alimentos básicos de la vida de los seres vivientes. El agua purifica,
refresca, desintoxica, disuelve materias extrañas de nuestro organismo y
facilita su eliminación.
Para aprovechar las propiedades salutíferas del agua, debemos beberla
fresca, y natural, saboreándola a pequeños sorbos y nunca debe beberse helada,
pues puede producir enfriamiento en el estómago o en los pulmones, ocasionando
un desequilibrio término en el organismo.
El Padre Tadeo de Wisent, apóstol de la hidroterapia nos proporcionó
este gran conocimiento:
"Loado sea mil y mil veces Dios Nuestro Señor que en tan sencillo elemento
nos ha proporcionado tan rico tesoro".
5. Beber únicamente agua natural.
Es de suma importancia estar conciente de que las enfermedades entran
por la piel, la
suciedad se absorbe, y cuando sudamos nuestros poros se tapan, lo que nos
dificulta la expulsión de toxinas. La limpieza externa se realiza mediante los
baños de agua. El baño es la forma más sencilla y natural que debemos practicar
para mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones de salud. Si este se
realiza con agua fría, no solo aseguramos limpieza, también ayudamos a nuestro
sistema circulatorio, y fortalecemos nuestro corazón y
sistema nervioso.
6. Tener suma limpieza en todo.
Nuestro sistema nervioso requiere de un equilibrio total, y cuando no se
tiene, la energía vital del organismo va disminuyendo, y nuestra capacidad
mental se va debilitando, ocasionando las llamadas enfermedades psicosomáticas.
El Dr. Manuel Lezaeta Acharán en su libro titulado
"La Medicina Natural
al Alcance de Todos" señala lo siguiente: "La vida tranquila, sin
ambiciones desproporcionadas y libre de preocupaciones intensas, es condición
indispensable para una buena salud. El odio, el orgullo y la envidia envenenan
la sangre; y la ira afecta directamente las funciones del
estómago y el hígado".
7. Dominar las pasiones.
La vida es actividad y la actividad es movimiento.
Al practicar cualquier ejercicio físico, estamos estimulando la energía vital.
En la actualidad el sedentarismo esta ocasionando graves desequilibrios
físicos, y como ejemplos podemos mencionar: la obesidad,
el estrés,
las enfermedades del corazón y circulatorias.
Debido a que pasamos más tiempo frente al televisor, la computadora y
los juegos de video nos
estamos olvidando de que nuestro cuerpo requiere de grandes dosis de ejercicio.
Es importante practicar alguna disciplina como
la gimnasia, natación,
alpinismo, o simplemente las caminatas matutinas que tanto bien hacen a nuestro
organismo para activar las funciones vitales.
8. No estar jamás ociosos.
La naturaleza es sabia, y nos brinda el día y la noche. El día para
trabajar y la noche para descansar. Nos permite reparar el desgaste físico
y mental, restablecer nuestras funciones vitales, eliminar toxinas e inclusive
reponernos de una preocupación, una pena o una enfermedad.
El dormir es equilibrar nuestros tres campos: cuerpo, alma y
espíritu. Se aconseja dormir de 6 a 8 horas en los adultos y en los niños un
poco más.
9. Descansar y dormir solo lo necesario.
Una de las funciones primordiales de nuestra piel es eliminar las
toxinas que desecha nuestro organismo, así como aprovechar al máximo los
elementos indispensables para la vida: la luz, el aire, la tierra, y el agua.
Se recomienda utilizar prendas de hilo o de algodón,
limpias y holgadas, para facilitar la respiración de
la piel por los poros.
10. Vestir
sencillamente y con holgura.
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